El proceso de liofilización está basado en el principio de la sublimación y es un proceso de secado, a partir de cual se puede conservar la estructura y características de los productos que pueden verse afectados por variaciones en la temperatura. Con ello, se logra optimizar la vida de estos productos, así como su conservación y peso para su transporte.
Esta técnica es utilizada en muchos sectores, especialmente en la industria alimenticia (alimentos) y farmacéutica (medicamentos).
Las etapas que conforman este proceso son las siguientes:
- Congelación.
- Secado primario, que corresponde a la sublimación.
- Secado secundario, que corresponde a la desorción.
Para asegurar que el proceso de liofilización tiene lugar correctamente y la calidad del producto no se ve alterada, es necesario que los liofilizadores, así como otros equipos utilizados, estén correctamente cualificados y cumplan con los parámetros establecidos. Para ello, es necesario realizar unas comprobaciones periódicas asegurando que cumple con los requerimientos determinados según las exigencias de que producto.
Desde NSAP ofrecemos las realización de las verificaciones relacionadas con las distintas fases de clasificación (IQ-OQ-PQ) dando conformidad al funcionamiento del equipo. Para ello, desarrollamos un estudio que comprenden las fases de cualificación de los liofilizadores, así como mapeo térmicos y de presión.
NSAP Tecnología, mayo 2023.