Importancia de los ensayos de estanqueidad en los conductos #HVAC
Como ya ha sido expuesto en algunos de nuestros artículos, las funciones que realizan los conductos HVAC son de gran importancia, por lo que se pueden considerar elementos críticos dentro de las instalaciones.
¿En qué consiste la prueba de estanqueidad de los conductos HVAC? En esta prueba se realizan varias series de test para cuantificar el valor de fugas existente y el límite máximo de fugas, dentro de un rango de presiones determinado. Estos dos valores marcarán la clasificación del conducto, y si cumple los requisitos indicados en su proyecto.
Las ventajas más importantes que se obtienen a partir de este tipo de ensayos son: un ahorro energético, evitar la contaminación de las salas y alargar la vida útil de los materiales utilizados.
Respecto al ahorro energético, en primer lugar, hay que señalar que las posibles fugas que puedan existir provocan una pérdida de caudal de aire. Si esto no se corrige, el ventilador necesitar trabajar a mayor capacidad para poder compensar el caudal perdido, suponiendo un mayor gasto. Con ello, si no existieran estas fugas o fueran corregidas, el ventilador trabajaría de forma óptima, entregando únicamente el aire necesario para alcanzar el caudal establecido según el requerimiento de la sala. Esta situación se puede extrapolar a otros sistemas, como el de refrigeración o calorífico, para evitar pérdidas en el rendimiento térmico.
Por otro lado, si los conductos pertenecen a salas hospitalarias o áreas críticas, el aire que se mueven en estos habitáculos es un elemento crítico. Es por ello necesario garantizar la estanqueidad del sistema HVAC para evitar la contaminación de las personas o muestras a través del aire, asegurando la eficiencia de las etapas de filtración de éste. Si existieran fallos en los conductos y no se realizarán los ensayos explicados, se podría producir una contaminación cruzada.
En cuanto al aumento de la vida útil de los materiales y equipos utilizados, se puede relacionar con el ahorro energético, pues si reducimos la potencia a la que trabaja, por ejemplo, un ventilador, se alarga la vida de elementos como filtros, rodamientos, correas, etc., por lo que reducimos el coste de mantenimiento y se evita un desgaste innecesario de recursos.
Según el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), las redes de conductos deben someterse a pruebas de resistencia, estructura y estanqueidad que verifiquen que se ajustan al proyecto, en base al servicio para las que han sido montadas.
Esto implica que, alcanzada la categorización requerida, las fugas permitidas entran dentro de los coeficientes admitidos y, por lo tanto, se establece un nivel de estanqueidad, el cual se clasifica en base a unos valores especificados en la norma de referencia.
De esta forma se mejora el ahorro de energía y se verifican las fugas existentes en los conductos, ya que una mala resistencia, implica una pérdida económica directa, sobredimensionamiento de la máquina de ventilación, mayores vibraciones y ruidos, así como perdida del rendimiento térmico esperado.
En NSAP ejecutamos estas pruebas basándonos en las normativas RITE, EN 12237:2003, EN 15727:2010, EN 1507:2006. Tras estos ensayos se emite el certificado correspondiente donde se reflejan los valores resultantes y la clasificación conseguida en el conducto, incluyendo el certificado de calibración de los equipos utilizados en el proceso.