La validación del aire comprimido se ha vuelto crucial para asegurar que cumple con los estándares necesarios manteniendo así la integridad de los procesos industriales. Esta validación implica la evaluación y certificación de diversos parámetros para garantizar su idoneidad en entornos específicos, tales como la industria farmacéutica o la alimentaria. Así pues, la validación del aire comprimido es esencial para cumplir con las normativas y garantizar la calidad del producto.
El principio de designación de la clase de pureza del aire comprimido en el punto de medición especificado deberá incluir la siguiente información, en el orden que se indica a continuación y separada por dos puntos: ISO 8573-1 Clase A:B:C, donde:
‘A’ corresponde al valor de clase definido para partículas sólidas
‘B’ corresponde al valor de clase definido para el agua/punto de rocío
‘C’ corresponde al valor de clase definido para aceite
Depende del uso al que está destinado, el aire comprimido requerirá una calidad determinada y vendrá especificada por el cliente.
Estos parámetros se deben muestrear periódicamente por un método fiable y repetible y, de esta forma, se asegura el mantenimiento continuo de la integridad del sistema.
Los estándares como la norma ISO 8573 establecen límites para la cantidad permitida de partículas sólidas, punto de rocío y concentración de aceites, pero también se pueden efectuar los ensayos de:
Verificación de la funcionalidad del sistema
Muestreo microbiológico
Identificación de hidrocarburos
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